Wiwas, el cálido origen
1. Entre la Sierra Nevada y la Serranía del Perijá, donde se funden el Cesar, la Guajira y el Magdalena, habitan unos hombres y mujeres aferrados al pasado. Ellos, se resisten a cambiar lo que son por la efímera promesa de una modernidad fracasada y liquida. Los Wiwa, conviven con el entorno, lo disfrutan, lo veneran. Es Zanani, La Guajira, su lugar de asentamiento, el amor de todo hombre, el terruño grato, el sentido, el origen de todo.
Líder de la comunidad Wiwa. Juan y Medio, La Guajira /Foto Zorilen Gonzalez
2. En las faldas e inmediaciones de este paisaje, los dioses procrearon todo lo que existe, aquí florece la tierra al mismo tiempo que la vida.
El fruto de la vida prosperando en la sierra /Foto Zorilen Gonzalez
3. El Wiwa es fuerte, respeta la vida, no le teme a esos cuentos citadinos donde se regocija la muerte.
Juan, el Wiwa /Foto Zorilen Gonzalez
4. En cada personaje que habita estos indomables parajes hay algo de esperanza, algo de nostalgia, algo de angustias y penas, algo de gloria. No hay espacio para el odio, el rencor o la guerra. Allí, en la sierra más bella del equinoccio americano, existe un pueblo que no tiene nada y lo tiene todo.
Sabiduría encarnada /Foto Zorilen Gonzalez
Yo todavía recuerdo las palabras que una pequeña de la comunidad Wiwa me dijo en una de mis visitas esporádicas a la Serranía del Perijá: "Al Wiwa no lo hace lo material, lo hace su pensamiento".
Descubriendo el cálido origen /Foto Zorilen Gonzalez