La champeta, el himno de la heroica Cartagena
Hay quienes dicen que el cartagenero sin la champeta, es un ser vacío, carente de alegría y sazón.
La principal razón por la cual este ritmo pegajoso es tan aceptado en esta ciudad, es su componente de realidad y su acercamiento a lo popular, las raíces africanas de este sonido que hoy puedes encontrar masterizado en cualquier esquina de la heroica, le dan ese toque místico y espectacular que se goza en bares y terrazas.
Los barrios cartageneros están llenos de historias tan peculiares que solo un ritmo y estilo musical como la champeta, puede ser capaz de narrar. La historia de la ciudad amurallada no puede ser pensada sin incluir dentro de sus elementos a la cuestión de la champeta, es alrededor de ella donde el cartagenero del coloquio, el popular, de barrio, ha encontrado una manifestación que representa su forma y estilo de vida, es aquí donde se genera el sentimiento de identidad de una ciudad en la que es muy fácil perderse al interior de su cultura.
Definir a la champeta, es un trabajo que solo puede ser desarrollado por cartageneros, por aquellos que crecieron escuchando temas como Congo mama, o artistas legendarios como El afinaito, Alvaro el barbaro, El sayayin, Mr black o el profeta al que las balas acallaron a temprana edad, el fantástico Jhonky. El trabajo crucial pasa por definir que es exactamente este sonido que ha deleitado a muchas generaciones y ha avivado las fiestas en el corralito de piedra desde hace más de 30 años.
En efecto, hay quienes creen que la champeta más que el himno de la ciudad, es la vida misma plasmada en versos sencillos, es la vida haciéndole burlas a la muerte, alegrando las miserias en la que a menudo se vive por acá.
Ahora bien, hay que destacar la ligereza con la que este ritmo se baila por estos lares, como bien diría el difuntó Jhonky, esto se baila pegao'... Y mejor no pudo haberlo dicho, es que no hay forma en la que no caigas en la tentación de bailar apretadito junto a pareja de baile, pareja de baile que en Cartagena puede llegar a tener hasta cuatro definiciones diferentes según tu preferencia, acá, a la dama que te acompaña a un baile, puedes denominarla mujer, hembra, chica, o como es común, "lea".
Con la champeta, sin lugar a dudas, todo es un poco más fácil. Las penas causadas por el amor, puedes purgarlas escuchando El cancelao, la muerte es menos amarga con El columpio, si estás tragado de una morena, de seguro que aparecerá Gatica linda en tu playlist y si pretendes hacerle ver a alguno de tus amigos que lo están pasando por cachón alegre, no dudes en poner a todo timbal Los trapitos al agua.
En definitiva, la champeta y el cartagenero han firmado un pacto, un matrimonio indisoluble a lo largo del tiempo, un sello que perdurará hasta que el ultimo de los calamaries se despida de este frágil y perecedero mundo. Todo esto nos arrastra a una sola conclusión, una conclusión que es simple y sencilla, el himno cultural de Cartagena de indias, es ni más ni menos que su señora, la champeta.